domingo, 3 de abril de 2011

Una que le entra el pavo de nuevo


Me encanta la lluvia.
Caen las gotas.. Resbalan por la ventana. Y hacen competiciones a ver cual llega antes a la linea de meta. Se juntan y así tienen mas fuerza para seguir adelante.
Me acuerdo que un día, saliendo del instituto, empezó a llover. Era una lluvia agradable, no de esas que te atornilla la piel. Así que, me quede como una pava, en mitad de la calle, dando un paso por minuto y saboreando ese momento. Llegue a mi casa empapadisima y el resfriado posterior fue un fastidio. Pero la sensación de bienestar y paz fue increíble.
Estoy en un tris de cojer las adidas, salir a la calle y andar..Andar hasta olvidarme de todo.
A ver si es esa la bloody solución de dejar de pensar en tonterías. Joder.





La perris

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